BALADICAS DE LA MAR SALÁ.

¡Gentecilla, que yastamos aquí ooootra vez! Nesta ocasión sus váis poner meslancónicos nivel los Alcántara cuando dentro de dos generaciones se les acaben pol fín los jodíos guiones por agotamiento de siglo. ¿Y pol qué diantres? -sus diréis- wena preguntas, voto al ChápiroVerde ese, pos polque lo dicel Chachi, carallo, que desto sabe un rato.
Enresulta que la música tenvuelve y el poblao marinero del cortico et.te es puro abandono y desolaçao ande antes se había un trajín del copón: imaginaos toa la pípol que sa pirao a los polígonos y barrios canis pa medrar y ha cambiaol buscólico rural pol feísmo urbano, las chonis del Mercadona y los macoquis de barrio obreros. Oh, témpora, oh mores y blablá. Pos talmente lo que váis sentir en viendo la maravilla multismedia a continueishion.

 Un poema, cachindena, una oda de tiempos idos y soledad estética quetecagasporlapatilla. Ains. Chuspiro mucho y mu fuelte. Qué gonico tó.
Los responchables deste estao anímico harto complicao de lograr en plan asín agridulces son un tal M Verneire, otro fulanos de gracia Defachelles y el Rémy Paul, ques el más cristiano (no confundilse con el Rémy Picot, ques bebercio). Mu ViflaFràns todo. Pero mola un webodeorco.
Y como tó lo weno sacaba hasta aquí la reseñia de hoy paquelaveáis. Que si no sus lo ponen nel belfo no hacéis ni caso. Sodelincuentes culturales. Vagos. Maleantes.
No sigo que membalo y chasgracias por los aplausos y las ovaciosnes a vuestro reporter incredíbili ma non troppo:
DelaRoseLapinylodemás.
Chaupelaus.